miércoles, 4 de julio de 2007

Separación entre estado e iglesia


Me gustaría hacer una relación entre dos noticias que vi en las pasadas semanas. Estas se llaman, "La Casa Blanca subsidia caridades religiosas" y "Las religiones no diferencian las fronteras de un país" , y se encuentran dentro del espacio de Mis noticias del momento de mi blog.

En el primer artículo se indica que el pasado 25 de junio la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos permitió a la Casa Blanca financiar con dineros federales organizaciones y caridades religiosas, indicando que los contribuyentes "taxpayers" no tienen justificación para interferir en este tipo de decisiones discrecionales del poder ejecutivo, a pesar de que la misma Constitución estadounidense separa entre el estado y la iglesia. Los jueces se apartaron del análisis constitucional de la separación entre estado e iglesia y fundamentaron políticamente su decisión en criterios de discrecionalidad presupuestaria del poder ejecutivo.

La segunda noticia, Alberto Benegas Lynch analiza sabiamente el fundamento de la xenofobia y el radicalismo religioso, indicando que las religiones no tienen fronteras, a menos que se impongan religiosas oficiales, lo cuál considera "retrógrado". Indica que los xenófonos y radicales no parecen percatarse de que la razón de las fronteras y las jurisdicciones territoriales se debe al enorme riesgo de concentración de poder que implicaría un gobierno universal. Agrega que no resulta infrecuente observar que se considera a las fronteras como algo natural que procede de culturas, razas, lenguas y religiones diversas. Sin embargo, nada de natural tienen las fronteras que son fruto de la acción bélica. La cultura es fruto de un proceso evolutivo. No es algo dado e incrustado en cada persona a perpetuidad. Se trata de un proceso dinámico, y cuanto menos cercada y alambrada por disposiciones gubernamentales, mayor será su riqueza y su alimento. Curiosamente, indica además que Estados Unidos navega a contracorriente de los principios fundacionales que hicieron a esa nación la más civilizada y progresista del planeta, específicamente a la guerra contra la inmigración.

Pregunto, ¿Qué beneficios trae la unión del estado y la religión? Por el otro lado, considero hay bastantes costos de estas unión. Por un lado, el gobierno gasta discrecionalmente recursos públicos de los contribuyentes que obligatoriamente financian obras que ellos mismos no apoyan. Por otro lado, la unión del estado y la iglesia crea un sentimiento de separación y antagonismo con otras religiones que no se consideran oficiales. Este acto gubernamental separa además a los grupos sociales y crea artificialmente bandos, aumentando sentimientos xenofóbicos y separatistas. ¿Cuántos de los problemas inmigratorios se deben a los antogonismos religiosos y culturales creados artificialmente por los gobiernos?

Es hora de que los políticos en nuestro país deroguen el artículo 75 de la Constitución Política que une la religión católica, apostólica y romana al estado, viéndose éste obligado a contribuir a su mantenimiento. Algunos lo justifican en que un alto porcentaje de la población es católica. El asunto está mal enfocado, ¿qué pasa con los derechos y libertades del porcentaje de la población que no lo es?

No seamos retrógrados.

Alejandro Beeche Van der Laat

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