Este fin de semana me mudé a mi nuevo apartamento en Arlington, Virginia. A la par tiene un centro comunitario. El señor de bienes raíces que me enseñó el apartamento me recomendó ir al centro si estaba interesado en hacer ejercicio pagando relativamente poco comparado a un gimnasio.
Fui a verlo ayer y me topé con que siendo residente de Arlington - que es mi caso - pago solo un quinto de lo que pagaría en un gimnasio y tengo a mi disposición, además del uso del gimnasio, el uso de las canchas de tennis, futbol, baloncesto, mesas de pool, mesas de ping-pong, etc. Además abren la oportunidad de realizar actividades culturales.
Por curiosidad pregunté como se financia y resulta que es un esfuerzo conjunto entre pago de impuestos locales y financiamiento por el pago de membresías.
Pagué la membresía y me dirigí a las máquinas del gimnasio que dan al frente con las canchas de baloncesto internas. Viendo a los jóvenes de diferentes etnias jugar baloncesto entre ellos me puse a pensar en el efecto de este centro como política pública:
1. Se financia principalmente por las membresías y entonces se mantiene limpio y bien cuidado por sus empleados. Puede manejarse por medio de gobiernos locales o a nivel privado, lo importante es que se financie mayoritariamente - sino todo - por aquellos que reciben servicios directamente del centro.
2. Promociona la práctica del deporte a nivel comunitario y mantiene a la comunidad sana mental y físicamente.
3. Mantiene a muchos jóvenes sanos y fuera de las calles, largo de influencia de uso de drogas o de actividades ilícitas.
4. Promociona la integración y tolerancia de etnias por medio de actividades culturales y deportivas.
Alejandro Beeche Van der Laat
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