miércoles, 8 de agosto de 2007

Semana de records y controversias

Esta semana en la MLB transcurrieron una serie de eventos trascendentales que pasarán a la historia del baseball. Dos de los mejores peloteros -Cal Ripkin y Tony Gwynn- fueron introducidos al Salón de la Fama, Alex Rodríguez se convirtió en el pelotero más joven en alcanzar la marca de 500 cuadrangulares, Tom Glavine se convirtió en el 5to lanzador zurdo en la historia en alcanzar 300 victorias y finalmente, el récord considerado por muchos como el más importante del deporte, fue roto cuando Barry Bonds bateó el martes 7 de agosto el cuadrangular número 756 de su carrera, pasando el récord de Hank Aaron alcanzado en 1974.

Los logros de Ripkin y Gwynn son incuestionables, especialmente Gwynn, quién se puede considerar el mejor bateador de todos los tiempos. El récord de Alex Rodriguez es importante, pero dependerá su trascendencia en sus logros futuros. El récord de Glavine no es solo importante por su hazaña deportiva, sino por el valor que alcanza al considerar el rol que ha cumplido este deportista fuera del montículo como actual representante de los jugadores de la Liga Nacional. Y a partir de la carrera de Glavine como pelotero excepcional dentro y fuera de las canchas es que surge mi siguiente análisis del controversial récord alcanzado por Barry Bonds.

Barry Bonds alcanza los titulares no solo por sus hazañas deportivas positivas, sino también por sus cuestionables acciones fuera de la cancha. Caracterizado por su poca cooperación con los medios de comunicación. Conocido por sus constantes denuncias a que es perseguido por racismo. Un jugador que se considera individualista en un deporte que se caracteriza por su juego en equipo. Y finalmente, su ligamen a uso de sustancias como esteroides y hormonas de crecimiento que consiguen alterar su cuerpo para tener mayor ventaja física en su desempeño deportivo. La foto a la derecha demuestra hasta adonde han llegado ciertas personas para criticar el notable cambio físico de Bonds -así como de McGwire, Canseco y otros-. ¿De esta manera, como trascenderán éste y otros récords alcanzados por Bonds en el mundo del baseball?

Aunque las hazañas de Bonds son enormente aplaudibles, considero que nunca logrará quitarse la sombre de cómo su uso de esteroides y hormonas de crecimiento le ayudaron injustamente a lograr sus récords. Mucho de "qué" y "cuánto" consumió está aún por verse y claramente debemos ser considerados inocentes hasta probados culpables, pero Bonds admitió al Gran Jurado que sí consumió. No es justificable que una persona utilice sustancias -que aunque considero admitibles de ser consumidas en la privacidad como derecho individual- brinden un beneficio artificial al deportista sobre otros deportistas en el deporte profesional que practican. Los récords de Bonds siempre tendrán un asterisco a la par de su nombre.

Alejandro Beeche Van der Laat

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