La noticia de hoy ha sido sin duda el caso de Michael Vick, mariscal de los Atlanta Falcons, quién habló públicamente por primera vez este día lunes, en rueda de prensa, de los asuntos relacionados con su convicción por los cargos relacionados con la participación ilegal en la organización y apuestas de peleas de perros.
En la declaración escrita que Vick presentó a la corte, admite haber financiado apuestas de terceros, aunque niega haber apostado a título personal o haber participado en las ganancias. Así mismo admite haber participado en la muerte de seis a ocho perros "pit bull". ¿Cómo? Vick está tan confundido sobre sus propias mentiras que ya no tienen sentido. Considera que está bien financiar apuestas de terceros y matar a los perros, pero está "salvado" o en su "favor" no apostar a título personal. Cómo dicen por ahí, "jalé el humo pero no lo inhalé". Además, sus actos fueron premeditados y crueles.
Se le concedió como fecha para la sentencia el día 10 de diciembre. Los procuradores federales están recomendando un término de entre 12 y 18 meses de prisión para Vick.
Estuve escuchando un analista legal de ESPN en el partido de fútbol americano de hoy en la noche decir que si Vick hubiese tomado responsabilidad por sus acciones hace cuatro meses cuando se empezó a anunciar el asunto públicamente, muy probablemente no estaría afrontando tiempo en prisión.
Por supuesto ahora suena muy fácil decir lo que debería haber hecho y, muy posiblemente, el mismo hubiese actuado diferente si supiera entonces lo que sabe ahora. Me imagino que en ese momento trató de "jugársela" para sufrir el menor costo posible, pero su estrategia le salió cara.
Lamentablemente, también le sale cara a la ciudad de Atlanta. Los mariscales de campo, y más una figura tan influyente como Vick, tienen un rol predominante en la fisionomía de desarrollo y prosperidad de una ciudad que le da tanta importancia a sus deportes profesionales. El efecto de sus acciones trascienden. Atlanta no pierde solamente un excelente deportista que podía llevar a los Falcons al siguiente nivel, sino también una figura que ha decepcionado y desmotivado a los grandes y pequeños que compraban su camisa.
Alejandro Beeche Van der Laat
Se le concedió como fecha para la sentencia el día 10 de diciembre. Los procuradores federales están recomendando un término de entre 12 y 18 meses de prisión para Vick.
Estuve escuchando un analista legal de ESPN en el partido de fútbol americano de hoy en la noche decir que si Vick hubiese tomado responsabilidad por sus acciones hace cuatro meses cuando se empezó a anunciar el asunto públicamente, muy probablemente no estaría afrontando tiempo en prisión.
Por supuesto ahora suena muy fácil decir lo que debería haber hecho y, muy posiblemente, el mismo hubiese actuado diferente si supiera entonces lo que sabe ahora. Me imagino que en ese momento trató de "jugársela" para sufrir el menor costo posible, pero su estrategia le salió cara.
Lamentablemente, también le sale cara a la ciudad de Atlanta. Los mariscales de campo, y más una figura tan influyente como Vick, tienen un rol predominante en la fisionomía de desarrollo y prosperidad de una ciudad que le da tanta importancia a sus deportes profesionales. El efecto de sus acciones trascienden. Atlanta no pierde solamente un excelente deportista que podía llevar a los Falcons al siguiente nivel, sino también una figura que ha decepcionado y desmotivado a los grandes y pequeños que compraban su camisa.
Alejandro Beeche Van der Laat
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