Jean-Baptiste Say, economista francés nacido el 5 de enero de 1767 y fallecido el 15 de noviembre de 1832. Es uno de los principales exponentes de la Escuela Clásica de economistas. La célebre Ley de los Mercados (loi des débouchés), que formuló como "los productos, en última instancia se intercambian por otros productos" (Catéchisme d'économie politique) es su contribución más famosa. Su esencia es que, antes de poder demandar bienes hay que haber producido otros bienes para intercambiarlos por los bienes deseados (lo que implica una relación causa-efecto de la oferta hacia la demanda), y su corolario es que no pueden existir períodos prolongados de sobreproducción y subconsumo si el mercado no sufre interferencias. (Fuente: Wikipedia)
Por lo tanto, el punto central de Say es que "la oferta crea su propia demanda". Toda persona que ofrece un bien está necesariamente demandando otro. Esta ley no solo es aplicable a la economía, pero a nuestra vida social también. Acuerdo totalmente con la conocida frase de: "recogemos lo que cosechamos". En otras palabras, nuestras acciones (causas) tienen un corolario resultado (efectos). No hay acción gratis. Si cosechamos buenos frutos con los demás recogeremos buenos frutos. No hay almuerzo gratis en nuestras acciones hacia los demás.
De la misma manera, como indica la PNL, es imposible no comunicarse. Hasta el silencio es comunicación. Sin darnos cuenta siempre estamos comunicando un mensaje en nuestra interrelación con los demás. Nuestras emisiones tienen receptores y estas recepciones alteran nuestras futuras emisiones. Siempre hay comunicación.
Say con su "Ley de los Mercados" demuestra que los mercados van más allá de la economía y son reglas aplicables a nuestras acciones comunes y muchas veces inconscientes. No hay interferencia que valga tanto en la ley de los mercados personales como económicos.
Alejandro Beeche Van der Laat
Por lo tanto, el punto central de Say es que "la oferta crea su propia demanda". Toda persona que ofrece un bien está necesariamente demandando otro. Esta ley no solo es aplicable a la economía, pero a nuestra vida social también. Acuerdo totalmente con la conocida frase de: "recogemos lo que cosechamos". En otras palabras, nuestras acciones (causas) tienen un corolario resultado (efectos). No hay acción gratis. Si cosechamos buenos frutos con los demás recogeremos buenos frutos. No hay almuerzo gratis en nuestras acciones hacia los demás.
De la misma manera, como indica la PNL, es imposible no comunicarse. Hasta el silencio es comunicación. Sin darnos cuenta siempre estamos comunicando un mensaje en nuestra interrelación con los demás. Nuestras emisiones tienen receptores y estas recepciones alteran nuestras futuras emisiones. Siempre hay comunicación.
Say con su "Ley de los Mercados" demuestra que los mercados van más allá de la economía y son reglas aplicables a nuestras acciones comunes y muchas veces inconscientes. No hay interferencia que valga tanto en la ley de los mercados personales como económicos.
Alejandro Beeche Van der Laat
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