Me gusta el artículo de Federico Malavassi publicado en el Diario La Prensa Libre el pasado 17 de octubre titulado ¿De que se trataba?
A su acostumbrada manera humorista y sarcástica hace un llamado directo a los opositores del referéndum a remojar sus barbas y afrontar el resultado. Aceptar que es un mecanismo legal de decisión y que sus consecuencias inevitablemente son de "ganador/perdedor". Así como en el fútbol, nos podemos quejar del árbitro, el clima, la bulla, etc., pero a final de cuentas, uno gana y el otro pierde en la contienda. Es ese el rumbo que escogieron los opositores al TLC y ahora este es el resultado.
El llamado le hubiese servido igual a los defensores del TLC si hubiesen perdido y, por lo tanto, ahora lo que continúa es respetar la decisión.
Reflexionemos: No hay excusa institucional que ahora justifique bloquear la decisión participativa del pueblo. Cualquier acción en contra de esto comete, como dice Malavassi, sedición y es un enemigo del pueblo. Y seamos sinceros, hacer alusiones y comparaciones a las elecciones corruptas de Venezuela no tiene cabida. Nuestra realidad política no es la misma y no sufrimos de esa "discrecionalidad ejecutiva" de Hugo Chaves.
Ahora lo que sigue es respeto institucional.
A su acostumbrada manera humorista y sarcástica hace un llamado directo a los opositores del referéndum a remojar sus barbas y afrontar el resultado. Aceptar que es un mecanismo legal de decisión y que sus consecuencias inevitablemente son de "ganador/perdedor". Así como en el fútbol, nos podemos quejar del árbitro, el clima, la bulla, etc., pero a final de cuentas, uno gana y el otro pierde en la contienda. Es ese el rumbo que escogieron los opositores al TLC y ahora este es el resultado.
El llamado le hubiese servido igual a los defensores del TLC si hubiesen perdido y, por lo tanto, ahora lo que continúa es respetar la decisión.
Reflexionemos: No hay excusa institucional que ahora justifique bloquear la decisión participativa del pueblo. Cualquier acción en contra de esto comete, como dice Malavassi, sedición y es un enemigo del pueblo. Y seamos sinceros, hacer alusiones y comparaciones a las elecciones corruptas de Venezuela no tiene cabida. Nuestra realidad política no es la misma y no sufrimos de esa "discrecionalidad ejecutiva" de Hugo Chaves.
Ahora lo que sigue es respeto institucional.
Alejandro Beeche Van der Laat
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