La película presenta un sector que denota la cronología de eventos ocurridos en Vietnam en los años 1940-1970 y es sorprendente encontrar paralelismos entre el tipo de intervencionismo de Estados Unidos en este país y el tipo de intervencionismo que Estados Unidos continúa practicando en situaciones como la actual en Afghanistan y Pakistan.
En 1947 Truman separa y polariza el mundo entre los gobiernos de "gente libre" y aquellos "terror y opresión", así abriendo la puerta para la persecución abierta de los comunistas alrededor del mundo. Y es así cómo Estados Unidos decide financiar gobiernos con billones de dólares para atacar ideologías y categorías polarizantes de sectores humanos. Es un intervencionismo parcial que no considera la multiplicidad de factores ideosincráticos que ocurren internamente en estos países.
Vietnam buscaba la independencia luego de la WWII y Estados Unidos ayuda a Francia a que esto no ocurra con la excusa comunista. En Afghanistan, ayudan a los nacionales en contra del comunismo ruso, para luego encontrarse que su intervencionismo se volcó en contra de ellos cuando el mismo pueblo afghano los ataca con sus mismas armas y estrategias militares. Ahora el gobierno gringo financia el gobierno de Mushareff en Pakistán con billones de dólares para instaurar su versión de democracia en este país, y resulta que casualmente este dinero no se ha usado para los fines previstos. Peor aún, ahora se acusa al gobierno de Mushareff de ser participe (por acción o omisión) de la muerte de Benazir Bhutto.
Las circunstancias e interconexiones de las situaciones ocurridas en estos países es compleja y sería bastante ingenuo atribuirlas a una causología. Si resulta evidente que la intervención de Estados Unidos como garante de instaurar ideologías propias en otros, y así gastando billones de recursos económicos y humanos en el proceso, es evidente. Y cómo se denota, nunca existe un plan coherente para alcanzar sus objetivos dado que su lucha es ante un fantasma no existente que aparece y desaparece vestido ayer de comunista y hoy de taliban.
Como dice Ron Paul, el rol que debe cumplir Estados Unidos es el de comerciante y diplomático y ser amigo de las naciones. Poco favor le hace a la causa de acabar con regímenes autoritarios y despóticos cerrándose ante ellos. Evidencia es la relación que lleva ahora con Vietnam. No obstante, poco a poco seguiremos oyendo a los candidatos tradicionales elaborar sus artimañas estratégico-políticas para convencer al pueblo gringo con miedo de la necesidad imperante de intervenir una vez más en Pakistán con más recursos a gobiernos para acabar con un régimen de violencia que ellos mismo están financiando. Bhutto, lamentablemente, resultó ser una víctima más de esta encrucijada.
Alejandro Beeche Van der Laat