Bill O'Reilly en su programa The O'Reilly Factor discutía y criticaba a General Electric por hacer negocios con países no deseados como Iraq e Irán.
Hacía alusión a que en el pasado--Segunda Guerra Mundial--el gobierno estadounidense ha castigado a empresas por hacer negocios con los considerados "enemigos" de Estados Unidos. Esta noticia se asocia además con la política reciente del gobierno estadounidense decidiendo cerrar la apertura bancaria de los bancos que tratan con empresas que se creen lucran del terrorismo ¿Se justificaba y se justifica actualmente?
Me parece que no. Claro que cada país soberanamente puede definir estas políticas, pero no es la manera adecuada de proceder. La realidad es que empresas como GE tienen un sinúmero de subsidarias en otros países y está políticas irrumpen en la soberanía de otros países. Además afecta artificialmente la economía en detrimento de las reglas de oferta y demanda del mercado.
Moralmente empresas como GE no deben realizar este tipo de negocios y el castigo debe venir directamente del mercado. Los diferentes socios y clientes castigarían a GE por realizar este tipo de acciones--si las consideran incorrectas--y los efectos obligarían a GE y sus accionistas a tomar las decisiones empresariales consecuentes que serían dirigir sus negocios en otro rumbo.
Otra manera que implica más trabajo para los gobiernos pero tendría buenos efectos a largo plazo es juntar a los diferentes agentes que negocian con países que se consideran terroristas bajo estándares internacionales aceptables y crear mecanismos para llegar a acuerdos colaborativos de cómo proceder en estos casos, bajo reglas determinadas que identifican derechos, obligaciones y sanciones.
La pregunta del millón es ¿Qué haría el gobierno estadounidense si otros gobiernos tomarán su misma actitud de castigar a empresas que tienen subsidarias en los Estados Unidos sin antes consultarle?
Alejandro Beeche Van der Laat
Hacía alusión a que en el pasado--Segunda Guerra Mundial--el gobierno estadounidense ha castigado a empresas por hacer negocios con los considerados "enemigos" de Estados Unidos. Esta noticia se asocia además con la política reciente del gobierno estadounidense decidiendo cerrar la apertura bancaria de los bancos que tratan con empresas que se creen lucran del terrorismo ¿Se justificaba y se justifica actualmente?
Me parece que no. Claro que cada país soberanamente puede definir estas políticas, pero no es la manera adecuada de proceder. La realidad es que empresas como GE tienen un sinúmero de subsidarias en otros países y está políticas irrumpen en la soberanía de otros países. Además afecta artificialmente la economía en detrimento de las reglas de oferta y demanda del mercado.
Moralmente empresas como GE no deben realizar este tipo de negocios y el castigo debe venir directamente del mercado. Los diferentes socios y clientes castigarían a GE por realizar este tipo de acciones--si las consideran incorrectas--y los efectos obligarían a GE y sus accionistas a tomar las decisiones empresariales consecuentes que serían dirigir sus negocios en otro rumbo.
Otra manera que implica más trabajo para los gobiernos pero tendría buenos efectos a largo plazo es juntar a los diferentes agentes que negocian con países que se consideran terroristas bajo estándares internacionales aceptables y crear mecanismos para llegar a acuerdos colaborativos de cómo proceder en estos casos, bajo reglas determinadas que identifican derechos, obligaciones y sanciones.
La pregunta del millón es ¿Qué haría el gobierno estadounidense si otros gobiernos tomarán su misma actitud de castigar a empresas que tienen subsidarias en los Estados Unidos sin antes consultarle?
Alejandro Beeche Van der Laat
2 comentarios:
Habría que ver quién lo definió como enemigo, además en los negocios multimillonarios, no hay amigos o enemigos, lo que exiten son negocios.
En este caso me parece que ciertos grupos políticos dentro del ala republicana y medios de comunicación que se benefician o identifican con la asociación de "enemigo", incluído el canal FOX y el programa de Bill O´Reilly.
Un problema de este tipo de propaganda periodística es que van inculcando en los televidentes una generalización perversa de los iraníes y otros ciudadanos del medio oriente que crean odios y medios injustificados. Además, la vista corta de estos creadores de política es la que poco a poco dirige a confrontaciones en temas de inmigración.
Alejandro Beeche Van der Laat
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