martes, 20 de mayo de 2008

¿Y a qué me refiero con "El Mapa no es el Territorio"?


Encontré un excelente ensayo que explica sobre el contexto de ésta frase. Ingresando al link de abajo se puede leer sobre el mismo.

EL MAPA NO ES EL TERRITORIO

"Creemos poder generar una estructura de causalidad que nos permite interpretar y prever datos, situaciones o posibilidades semejantes, utilizando la construcción mental de causalidad que, según Karl Popper, puede ser corroborada hasta ahora. Esto no significa que esta corroboración continuará o que no habrá hechos que exijan una nueva teoría. Y ello es así porque, como dice Alfred Korzybski, “el mapa no es el territorio”. Este aforismo nos hace reflexionar sobre la capacidad de una teoría para explicar el conjunto de datos o hechos que se propone. Puede explicar una parte, hasta la mayor parte, pero es una ilusión creer que lo explica todo. Aun cuando la teoría parece cubrirlo todo, creo que seríamos muy optimistas pensando qu nuestra visión de la realidad objetiva es completamente idéntica a la realidad objetiva como tal...

Así son las teorías y el procedimiento científico. En cuanto utilizamos las teorías como simplificaciones de la realidad, con la mayor precisión posible en cuanto a las particularidades, más exitosos serán nuestros análisis. Procurar la simplicidad, la capacidad de explicación precisa y simple de una teoría, aceptando que no tenemos conocimiento del todo, solamente de una fracción de la realidad, es el principal camino para el desarrollo de teorías que pueden volverse herramientas útiles. Irónicamente, cuanto más conocimiento y aceptación tenemos de las limitaciones de nuestra teoría, frente al universo complejo de los fenómenos sociales, más probabilidad hay de que podrá ser una herramienta precisa para nuestro uso."


Alejandro Beeche Van der Laat

2 comentarios:

Julio Córdoba dijo...

Alejandro: Te comparto un ensayito que hice sobre PNL. Saludos.

Ensayo #1: El mapa no es el territorio

¿Qué es real? Un empleado ingresa a la oficina donde se reúnen tres directores. No los saluda, no les dirige la mirada, recoge un documento de un estante y sale de la oficina. Uno de los directores reacciona – ¡Qué mal educado se ha vuelto este señor! Ni siquiera saluda- el otro presenta una opinión diferente –creo que no quiso interrumpirnos- mientras el tercero plantea otra hipótesis –era obvio que algo le pasó, lucía enfermo y preocupado-.

El mundo que nos rodea, independientemente de que tengamos consciencia de éste, es el territorio. Es la apreciación subjetiva que tenemos del mundo. Dependiendo de la crianza, cultura, circunstancias, información disponible, etc. percibiremos el territorio (realidad) de diferentes maneras.

Si nuestra manera de percibir la realidad coincide con la de otros consideramos que estamos siendo objetivos, no obstante, quienes tienen otras explicaciones de los mismos hechos también coincidirán con otras personas y eso también sería objetivo.

¿Entonces? No podemos apreciar la realidad, el territorio del universo interno y externo existe en nuestra mente según nuestro punto de vista por lo que tenemos simplemente una representación de esa realidad con la simbología que creamos conveniente, es decir, mediante nuestros mapas.

La cartografía con la que apreciamos el mundo es la mejor que poseemos en este momento. Es la que nos permite vivir y llegar hasta donde estamos. Tomar consciencia de que podemos cambiar nuestro diseño de mapas es reconocer que nuestra reacción a los eventos carece de relación causa-efecto con la realidad… porque la realidad no existe en nuestra mente… la creamos y transformamos según nuestra posibilidad y necesidad.

Nuestra forma de ver el mundo no obedece a una estructura inquebrantable. Es una relación transaccional con nuestra experiencia, riquezas y miserias lo que nos hace avanzar, detenernos o retroceder en nuestros objetivos.

Confundir el mapa con el territorio es limitar la comunicación con los demás y consigo mismo, es enajenarse respondiendo a estructuras creadas por intereses ajenos y privarse de la oportunidad de evolucionar.

Al conocer que nuestro mapa puede ser enriquecido y mejorado es abrir la puerta de la oportunidad ya que podemos agregar elementos que nos guíen mejor a nuestras metas, retirar aquellos que son lastre del progreso y, al tomar confianza, emprender mejores viajes.

Si aprendemos a diseñar-programar nuestros mapas podemos definir nuestro rumbo. Si no lo hacemos otro lo hará por nosotros y a conveniencia de sus intereses.

Alejandro Beeche Van der Laat dijo...

Julio:

Me gustó mucho tu mapa del "mapa no es el territorio". Mi párrafo preferido es:

"Si nuestra manera de percibir la realidad coincide con la de otros consideramos que estamos siendo objetivos, no obstante, quienes tienen otras explicaciones de los mismos hechos también coincidirán con otras personas y eso también sería objetivo."

He ahí la base de una operativa comunicación de impacto, cuando podemos concordar mapas y "objetivizarlos", y de esta manera llegar a acuerdos duraderos con otros. Me parece que es aplicable a cualquier área de nuestra vida, sea familiar, laboral o política.

Por otro lado, considero que evolucionamos cuando aceptamos que hay otros mapas válidos para explicar el territorio, y por lo tanto hay múltiples realidades objetivas también...

Muy grato oír de vos,

Alejandro Beeche