sábado, 1 de marzo de 2008

La justicia en el fútbol

En el fútbol, como en otros deportes, unos celebran los triunfos y otros se entristecen por las derrotas. La ruta hacia uno u otro camino depende de factores como el talento, estrategia, motivación, trabajo en grupo, etc. En ocasiones las piezas parecen estar perfectamente enlazadas, y ocurren circunstancias no previstas que quebrantan el rumbo hacia la victoria. En fín, el fútbol, como la vida, está compuesto de incertidumbre.

Tomando esto en consideración, me parece totalmente fuera de sentido y lógica los comentarios que escucho muy comúnmente por periodistas y comentaristas cuando diagnostican que la victoria fue justa o la derrota fue justa. ¿Justa según que parámetros? Cantidad de tiros al marco, posesión del balón, cantidad de tiros de esquina, etc. ¿Cuál es entonces el criterio/s que favorece que marcador es justo?

El equipo de mis amores, el FC Barcelona, se caracteriza por tener en casi todos sus partidos la ventaja en posesión de balón. Hoy por ejemplo lo tuvo ante el Atlético de Madrid y perdió 4-2. Me acuerdo hace un par de años que el Barca tuvo el balón en su posesión 75% del tiempo ante el Chelsea en un partido de la Champions League y perdió 3-1. Algunos comentaban que la estrategia del Chelsea era defenderse y tomar provecho de los contragolpes. Si esta era la estrategia, lograron su cometido y ganaron... justamente? ¿Y qué ocurre si un equipo como el Barca tan talentoso le gana únicamente 1-0 a un equipo con mucho menos talento como el Recreativo o el Mallorca? ¿Fue justo el marcador de acuerdo al talento o debió ganar por más? O será que la justicia se debe determinar por el que dio el mejor espectáculo, el que tocó más la bola o cómo vemos comunmente cuando un jugador mete un gol y agradece a los cielos, al que rezó más???

Quizás la respuesta es.... ninguna. No hay cabida de la justicia en el fútbol. Gana el que ejecuta, sin importar si se lo merecía. Así que no hay merecimientos, lo justo es lo que dice el marcador al final del partido.

Alejandro Beeche Van der Laat

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