jueves, 13 de marzo de 2008

Espiritualidad vs. Religiosidad

Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de estar en Nueva York. La ciudad del choque de civilizaciones es un excelente ejercicio de la realidad en que vivimos: el alcance de la globalización. Una ciudad llena de estímulos visuales en cada esquina y donde pude encontrar en unos minutos un pequeño momento de sanidad mental dentro de la hermosa iglesia de St. Patrick. Fue un momento de verdadera tranquilidad donde hay un espacio metafísico para meditar entre uno y aquello que consideramos más allá. Para mí esto es espiritualidad.

Por otro lado, reporta el New York Times entre otros esta semana que el Vaticano suma una serie de pecados modernos a los antiguos, entre éstos tener demasiado dinero, no hacer suficiente por combatir la injusticia social y contaminar el ambiente. Indica que los pecados antiguos son de naturaleza individual y los modernos de naturaleza social. Estos pecados se suman a la lista de pecados viales que sumaba el Vaticano hace unos meses. ¿Y luego nos cuestionamos porque la Iglesia Católica pierde adeptos? Esto es religiosidad para mi.

¿Cuanto dinero es mucho dinero para ser pecado? Si Bill Gates decide donar mucho dinero al Vaticano un día de éstos, lo considerarían entonces pecador?

¿Qué justicia social es la que estamos hablando? No veo al Vaticano vendiendo sus valiosas reliquias para igualar la sociedad?

¿Cómo medir la cantidad de contaminación social? ¿Hay alguien arriba que está contando nuestras emisiones de carbono individuales y sociales?

Mejor me quedo con mi espiritualidad que con la religiosidad del Vaticano.

Alejandro Beeche Van der Laat


lunes, 3 de marzo de 2008

Mis escritos

Google tiene ahora un programa llamado Google Docs ligado a la cuenta de gmail el cuál permite publicar los documentos personales bajo un url en línea. De esta manera, estos documentos quedan a vista pública en la web y se pueden incorporar a los blogs.

Estoy incorporando a mi blog una sección llamada ESCRITOS donde estoy y estaré incorporando documentos personales.

Alejandro Beeche Van der Laat

sábado, 1 de marzo de 2008

La justicia en el fútbol

En el fútbol, como en otros deportes, unos celebran los triunfos y otros se entristecen por las derrotas. La ruta hacia uno u otro camino depende de factores como el talento, estrategia, motivación, trabajo en grupo, etc. En ocasiones las piezas parecen estar perfectamente enlazadas, y ocurren circunstancias no previstas que quebrantan el rumbo hacia la victoria. En fín, el fútbol, como la vida, está compuesto de incertidumbre.

Tomando esto en consideración, me parece totalmente fuera de sentido y lógica los comentarios que escucho muy comúnmente por periodistas y comentaristas cuando diagnostican que la victoria fue justa o la derrota fue justa. ¿Justa según que parámetros? Cantidad de tiros al marco, posesión del balón, cantidad de tiros de esquina, etc. ¿Cuál es entonces el criterio/s que favorece que marcador es justo?

El equipo de mis amores, el FC Barcelona, se caracteriza por tener en casi todos sus partidos la ventaja en posesión de balón. Hoy por ejemplo lo tuvo ante el Atlético de Madrid y perdió 4-2. Me acuerdo hace un par de años que el Barca tuvo el balón en su posesión 75% del tiempo ante el Chelsea en un partido de la Champions League y perdió 3-1. Algunos comentaban que la estrategia del Chelsea era defenderse y tomar provecho de los contragolpes. Si esta era la estrategia, lograron su cometido y ganaron... justamente? ¿Y qué ocurre si un equipo como el Barca tan talentoso le gana únicamente 1-0 a un equipo con mucho menos talento como el Recreativo o el Mallorca? ¿Fue justo el marcador de acuerdo al talento o debió ganar por más? O será que la justicia se debe determinar por el que dio el mejor espectáculo, el que tocó más la bola o cómo vemos comunmente cuando un jugador mete un gol y agradece a los cielos, al que rezó más???

Quizás la respuesta es.... ninguna. No hay cabida de la justicia en el fútbol. Gana el que ejecuta, sin importar si se lo merecía. Así que no hay merecimientos, lo justo es lo que dice el marcador al final del partido.

Alejandro Beeche Van der Laat